Hay que hacer un gran esfuerzo para decidir empezar a leer este libro por lo extenso que es. Ken Follett se lía y no ve fin. El ejemplar que yo tengo sobrepasa las 1.000 páginas. Pero una vez que el acto de fe se ha realizado todo va sobre ruedas. Ha sido un libro que llevaba tiempo en el stock de libros que deben ser leidos de mi estantería. No me arrepiento de empezar el viaje que me llevó por la inglaterra del siglo XII.
Comentando con mis amigas el libro he comprobado que las primeras páginas se les atragantaron a más de una. Os animo a seguir porque ellas lo hicieron y no se han arrepentido. Si vais a leer en el metro os aconsejo apuntaros a un gimnasio antes...
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